La Rinoplastia como parte de un procedimiento de Feminización Facial persigue feminizar una nariz masculina, que normalmente suele ser más grande y con mayor composición de hueso.
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La reducción de la frente y las órbitas producen un cambio muy significativo en la apariencia y la expresividad de la paciente, consiguiendo un rostro más redondeado, suave y femenino.
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La feminización del cuello mediante la intervención de reducción de la nuez de Adán es muy habitual. Hay que hacerlo con mucho cuidado para que no afecte al resto de elementos de la misma zona.
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La mentoplastia en el proceso de Feminización Facial, es una intervención quirúrgica rápida y sencilla que ofrece resultados estéticos increíbles sobre la barbilla o el mentón.
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Un aumento de lo pómulos en el proceso de Feminización Facial, nos ofrece dos beneficios importantes: un rejuvenecimiento facial y aumentar la belleza del rostro femenino.
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El objetivo de feminizar la boca y los labios es conseguir una inclinación natural y una sonrisa mucho más femenina con labios más perfilados y definidos.
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